martes, 20 de mayo de 2014

¡SUERO CON AREPA, QUE SABROSO !



                                          ¡SUERO CON AREPA, QUÉ SABROSO !

Trabajaba Manuel en la Contraloría General de la República e hizo muchas amistades con sus compañeros de trabajo. El 29 de Enero de 1972 contrajo matrimonio en Maracaibo con la señorita Egda Gladys Cubillán Muñoz e invitó a Baldo, Juan, Luís Padrón, María Elena y a Julia, todos amigos y compañeros de labores. A las dos de la mañana para amanecer el día treinta de enero, en plena fiesta, los cinco le notificaron a Manuel que se marchaban para Caracas y tenían pensado pasar un rato mañanero en los médanos de Coro y que por lo tanto, les facilitara unas dos botellas de wisky. Manuel los complació y les dio las gracias por su presencia en el acto matrimonial recomendándoles mucha prudencia en la vía.
Ocho días después regresó Manuel al trabajo y al preguntarles como les había ido en su viaje de regreso a Caracas, Juan le informó que Luís Padrón con las dos damas se fue adelante, no lo vieron en la vía y que intuían que el muy truhan se internó en los médanos de Coro, a esas hora de la madrugada, dejándolos botado como cachivaches  inservibles, mientras él gozaba un bolón en aquellas arenas con los dos pimpollos.  Y que él como Baldo, rumiando la mala acción que les hizo Luís Padrón, les pasó un problema que les afectó moralmente. Relataba que venían rumbo a Caracas cuando observaron a la vera de la carretera, cerca de un caserío, una mesita de madera con varias botellas de suero, inmediatamente uno de ellos le propuso al otro agarrar una botella para más adelante comprar arepa pelada y darse tremendo desayuno .Pasaron por donde estaba la mesita y como a unos doscientos metros pararon el vehículo. Baldo se bajó,  agachadito y medio corriendo se dirigió hacia la botella de suero y la agarró, en ese instante  apareció un campesino que le dijo; ¡ Epa, qué desea el amigo? Y rápidamente, irguiéndose, Baldo le respondió: ¡ A comprarle esta botella de suero, amigo!.
¡Esa no-¡ le dice el campesino-
¿Porqué, yo quiero ésta?- contesta Baldo.
“Está llena de cal. El suero está en mi casa y lo hago así porque me han jodido mucho!. Espere que le traiga la botella de suero cuyo valor es de cuatro bolívares”.,- en tono convincente y fuerte le responde el campesino              
¿ QUÉ LE PARECE?           PASARON SU SUSTO, PERO COMIERON AREPAS CON SUERO, …¡.SABROSO !     LO REPROCHABLE ESTUVO EN LA FORMA DE LOGRARLO, QUE NO SE DEBE HACER NUNCA Y MENOS CON EL MÁS DÉBIL.

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