martes, 20 de mayo de 2014

LA GALLINITA FINA ESCANDALOSA



                               LA GALLINITA FINA ESCANDALOSA
                                      
En el corral del viejito Manuel existen muchos animales,  tococas y tococos, pavos, pollos y gallos de raza fina. Entre ellos, una gallinita fina, alta, con poca carne, buen plumaje, activa y comelona  se empeña en no pasar inadvertida. El viejito Manuel  muy de mañana llega al corral y  en una totuma grande o en un envase de aluminio les llama a comer y en bandadas acuden, atropellándose unos a los otros en el poco espacio que brinda el inmueble. La gallinita fina, exponiendo una conducta de un ser hambriento consume la mayor parte del maíz, mientras le hace señas insinuantes a  los gallos y pollos.  Reproches a las gallinas y pollas.
El trabajo en el corral consiste fundamentalmente en la producción de huevos, que en el argot del pueblo denominan “Manjar de pobre”. Todos hacen su trabajo en silencio, salvo uno que otro sonido propio de la naturaleza de los plumíferos, pero la gallinita fina y esbelta forma tremenda algarabía cada vez que pone un huevo, que se escucha en los otros corrales y todo ser viviente del entorno se da por notificado del hecho recién ocurrido. ¡La escandalosa puso un huevo y ella cree que alcanzó la felicidad,  ja…ja…ja. Ja !-murmuran en los corrales.
El mundo es una paradoja. Al egoísta le es  difícil reconocer los méritos del otro. En cambio quien cumple con sus funciones y  ve el fruto de su esfuerzo se llena de emoción por la misión cumplida y espera  el reconocimiento como un  estímulo para seguir dando más por el bien común.
Definitivamente el mundo es chiquito para el egoísta y grande y esperanzador para  quien lucha no para beneficio propio sino para el bienestar del colectivo.

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