BERNARDO
BETANCURT.
Vino al mundo un día 5 de mayo de
1933, en un caserío del municipio Piar del Estado Monagas, llamado Los Pozos de
Aragua. Tercer hijo de los siete del matrimonio entre Efigenio Betancourt y Lucrecia Canales Leonett. Ese día nació un
artista porque hizo de su vida un arte.
El destino reservó para él la
profesión de educador y se convirtió en “alfarero de sueños”. Fue dotado por la
naturaleza de una extraordinaria inteligencia, de una humildad que engalana su
existencia, de una rectitud que conjuga los valores, principios morales y
éticos con el amor más profundo y el respeto a sus padres, a la familia y a la
sociedad. Comenzó, quizás sin proponérselo, a convertir los sueños en
realidades.
En el año 1955 es enviado como
maestro de escuela a Manacal, comunidad enclavada en la falda de la sierra
montañosa del Turimiquire, territorio monaguense, y allí comenzó su trabajo de “alfarero
de sueños”. A temprana edad empezó a “amasar” la personalidad de aquellos
imberbes niños y niñas que fueron al salón de clases a recibir sus primeras
lecciones y a consustanciarse con los valores y principios éticos que hacen del
hombre y de la mujer buenos ciudadanos. Así pasaron los años y el “alfarero de
sueños”, por su reconocido trabajo, fué ascendido a Director de la Escuela
graduada “León Droz Blanco”, ubicada en “Las Parcelas” de Caicara de Maturín,
de donde salió jubilado.
Incontables son las generaciones de muchachos
y muchachas, hoy hombres y mujeres de bien, profesionales en ramas diversas del
saber, que recibieron clases del maestro
Bernardo, tal como se le conoce. Pero el “alfarero de sueños”, dada la genética
humana y el desarrollo de las civilizaciones que insta, como la naturaleza al
pájaro hacer su nido, procedió también a “amasar la arcilla” con la cual construir su
propia familia.
Quiso el destino que una quinceañera, blanca, bonita, hermosa e indómita, llamada LILIA MARACAY OSORIO (desde entonces: de Betancourt), lo acompañara en esta tarea cuya generación sublime hoy nos acompaña en el cumpleaños de nuestro alfarero: siete hijos e hijas, trece nietos y cinco biznietos. ¡EXCELENTE RESULTADO, MAESTRO! 20 PUNTOS!
Quiso el destino que una quinceañera, blanca, bonita, hermosa e indómita, llamada LILIA MARACAY OSORIO (desde entonces: de Betancourt), lo acompañara en esta tarea cuya generación sublime hoy nos acompaña en el cumpleaños de nuestro alfarero: siete hijos e hijas, trece nietos y cinco biznietos. ¡EXCELENTE RESULTADO, MAESTRO! 20 PUNTOS!
BERNARDO BETANCOURT, además de lo
antes expuesto, ha cumplido y cumple el rol de porta-estandarte del legado
histórico de Papá Juan Leonett, Papá Félix Leonett, Mamá Lucía Rivero de
Leonett, Mamá Anita Leonett de Canales, Eulogio Canales, Lucrecia Canales de
Betancourt, Efigenio Betancourt y del resto de las familias Leonett Canales, los
Betancourt, los Domínguez, los Cabellos, los Rivero, los Méndez y los Cedeño.
Legado histórico integrado por valores,
principios morales y éticos, honradez, deber y amor al trabajo, responsabilidad
en el cumplimiento de los deberes como
individuo y como miembro de una familia y de la sociedad, respeto al derecho
ajeno, aprecio y consideración por los demás y con la naturaleza.
PRIMO BERNARDO:
AL CUMPLIR TUS 80 AÑOS DE FELIZ
EXISTENCIA:
TU ESPOSA, TUS HIJOS, NIETOS, PRIMOS,
DEMAS FAMILIARES Y AMIGOS TE DESEAMOS
MUCHAS FELICIDADES EN TU DÍA, PERO IGUALMENTE TE DECIMOS:
80 años es poco tiempo para lo que te
espera vivir en la conciencia histórica del pueblo que te vio crecer
construyendo…. Y que ve en ti a uno de sus mejores hijos y excelso ciudadano.
¡ QUE SIGAS CUMPLIENDO AÑOS….Y
NOSOTROS VIENDO!
Me hago participe de los honores hacia Bernado, hombre humilde y leal que desprende simpatía por doquier, ! Ojalá! Mucha gente siguieran su ejemplo de los valores que tiene.
ResponderEliminarBuen día, ¿el maestro Betancourt aún vive?
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