¡ ENTONCES, … POR QUÉ TE LA PINTAS!
El tatuaje tiene una historia remota. Ha sido practicada por el hombre
en diferentes épocas por motivos diferentes. Se dice que el tatuaje fue una
práctica de los pueblos de Europa y de Asia en la época del neolítico y al
respecto se han encontrado muchas pruebas de ello, incluso una momia dentro de
un glacial de los Alpes austro-italianos
con 57 tatuajes en la espalda. Esa momia
es conocida como “ El hombre de hielo” o como Otzi. Se ha calculado que tiene
hasta ahora unos 57.000 años de antigüedad. Los motivos por los cuales los
hombres y las mujeres se han tatuado son diversos. Los de Polinesia lo hacían
por motivos ornamentales, los maoríes para ir a las batallas, sus tatuajes
contribuían a asustar a sus enemigos, en América del norte los indígenas para
el ritual que practicaban, cuando uno de sus miembros pasaba de la pubertad a
la adultez se le tatuaba con el fin de proteger su alma. En América central las
tribus utilizaban el tatuaje a modo de conmemorar a los caídos en las batallas
y como forma de adoración a sus dioses. Durante la Alemania nazi fue utilizado
para marcar a los prisioneros en los campos de concentración. En las cárceles
lo practican como motivo religioso o por motivos emocionales en el caso de
prisioneros por delitos de robo. Y explicado el tema, la pregunta no se hace
esperar: ¿ Por qué motivos la practican la juventud de hoy, tanto hombres como
mujeres?. Hace pocas horas fui espectador de un hecho que realmente me motivó a
realizar este cuento. Subiendo por la escalera mecánica del metro de Caracas,
en la estación de la Hoyada vi a una joven muy bien parecida, poseedora de un
cuerpo espectacular que usaba unos pantalones muy pegados y bajos que dejaban
ver un frondoso y hermoso tatuaje de una culebra enrollada cuya cabeza se
dirigía hacia la zona rectal. Qué intencionalidad manifiesta buscaba esa joven
al realizarse ese tatuaje: ¿matar por asfixia al pobre animal?, ¿asustar a sus
posibles galanes? ¿ Invitar a sus galanes hacer lo mismo que hace el ofidio?.
Pero la cuestión no termina allí. Detrás de la dama subía también un muchacho
joven que al ver tan insinuante tatuaje le dice en voz baja: “Señorita, quiero
morir como esa culebra” y la dama, reaccionando rápido y veloz como un rayo en
alta voz le respondió: “Porque no te vas a morir en la de tu madre? “Entonces, para que te la pintas”- murmuró
el joven.
¿ Cuál pudo ser el motivo que indujo a esta mujer a
pintarse semejante tatuaje?
No hay comentarios:
Publicar un comentario