martes, 22 de julio de 2014

COMO DECIA EL INDIO



                                                
Transcurría agitado el año 1996. Se había decidido en el seno del Movimiento Revolucionario 200 el camino a seguir para profundizar la revolución Bolivariana. Había prevalecido la vía electoral sobre los que defendian la de las armas  para la toma del poder político como condición indispensable para impulsar los grandes cambios políticos, sociales y económicos que el país requería en esos momentos de su historia. Mientras tanto, la represión desatada por el gobierno de turno contra los revolucionarios que acompañaban al Comandante Chávez era permanente, incisiva y terrorífica.
Los movimientos de masas en los barrios se hacían sentir en apoyo al “Nuevo Líder” recién salido de la cárcel de Yare. Los guerreros de la Vega salieron a la calle y movilizaron a los vecinos lo que dio pie para que los cuerpos represivos desataran una gran represión contra ellos llevándose preso al Jefe de la  familia Guerrero a quien imputaron y procesaron por ante  los tribunales militares.
Ante tal situación el movimiento designa a dos abogados para que atendieran jurídicamente al compatriota Guerrero en su defensa. El acto de indagatoria se realizaría en el Tribunal Militar Primero de Caracas, ubicado en el Fuerte Tiuna. Cilia Flores y Félix Leonett Canales fueron los dos abogados defensores del revolucionario preso. Después de identificarse como tales, solicitaron la entrega del expediente para estudiarlo y razonar la defensa que harían ante las acusaciones que el régimen exponía para arrebatarle la libertad al compatriota Guerrero. .Los acompañaban Nicolás Maduro y Ángel Rodríguez
Realizada la indagatoria del reo, los cuatros salieron del Tribunal, se metieron en el vehículo y salieron del fuerte Tiuna comentando el proceso injusto que acabában de presenciar. Se dirigieron hacia el Este de la ciudad, vía Chacao. Al llegar al cruce entre la calle Elice y la avenida Francisco de Miranda una patrulla militar que los seguía  con la sirena a todo volumen se interpuso en la vía, los sacó presos, los montó en una camioneta tipo jaula y los llevaron para el helicoide donde estaba el SIFA. Al llegar allá en un descuido Cilia le pasó su teléfono a Félix para que no cayera en manos de ese cuerpo de seguridad. Y  se la llevaron junto a Nicolás. Al poco rato llegó el compatriota Tarek William Saad Saad, Defensor de los Derechos Humanos y se le entregó el celular de Cilia. 
A Leonett Canales y a Ángel Rodríguez los soltaron esa misma tarde, pero Cilia y Nicolás se calaron quince días detenidos.
Traigo al conocimiento de mis lectores este acontecimiento recordando aquello que en una oportunidad me dijo un indio de mi pueblo: “La vida es un ratico yo arriba y un ratico tú abajo”. Quien pudo imaginar en ese momento que Félix Leonett Canales lo habían hecho preso con el futuro Presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, con la futura Presidente de la Asamblea Nacional y Primera Combatiente del País y con un futuro Diputado y Presidente de la Misión Barrio Nuevo-Barrio Tricolor.
¡ASÍ ES LA POLITICA, LOS QUE HOY SON PERSEGUIDOS MAÑANA PUEDEN ESTAR EN EL PODER!
! ES NECESARIO GOBERNAR BIEN  Y QUE EL PUEBLO SEA REALMENTE GOBIERNO PARA QUE MÁS NUNCA REGRESEN AQUELLOS QUE TU BIEN CONOCES!

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