La Gallinita Fina
escandalosa andando por los prados comerciando con entregas a futuro de
alimentos para las aves de corral quedó prendada de un pollo de plumaje fino,
abundante, juvenil y vistoso. Fue un amor a primera vista que se quedó
esperando resultados a largo plazo, pero seguro. “Manuel” llamaban al plumífero
enamorado, no Manuel El de La Sierra que es un gallo viejo jugado en las siete
plazas de la vida y con una experiencia sólida de la que carecen los pollos culones de ahora.
El joven plumífero en
su afán de conquistar el corazón de la Gallinita Fina escandalosa le ofreció
villas y castillo y hasta le prometió casarse con ella y llevarla al altar,
juramento del cual no midió sus consecuencias. La gallinácea escandalosa le
tomó la palabra y a fuerza de reforzamiento diario del juramento, tal como
hacen diariamente los alcohólicos anónimos para dejar de beber, tiene al pollo “Manuel”
como se dice “En salsa”. Hasta lo convenció de utilizar una cuenta bancaria
suya en la que solo él deposita, pero que administra ella. Con el pretexto de
ahorrar cuanto se pueda para los gastos del acto matrimonial y del nuevo hogar.
! Mi amor yo he
depositado en nuestra cuenta conjunta
varias veces y quisiera saber cúanto hemos ahorrado-¡ Dice “ Manuel.”
! Deja informarme mejor
y luego te digo ¡- le riposta la Gallinita Fina escandalosa.
Pasaron los días y
semanas y el pollo enamorado vuelve a preguntar:
“ Mi linda, esbelta y
silenciosa pollita fina, la que el señor puso en mi camino para que sea la
dueña de vida y fundamento de nuestra generación que ha de prolongarse en el
tiempo, podrías informarme cuánto dinero tenemos ahorrado en nuestra cuenta?
“Sacando cuentas,
logarismos vienen y logarismos van, sumando, restando, multiplicando y
dividiendo factores debo decirte amorcito de mamá, que tienes una deuda conmigo
de unos miles bolívares! “ –Le contesta ella..
Allí fue en ese momento
que el gallo Manuel se le bajó la tención y pidió que le dieran un masaje en el
pecho y en los brazos con valeriana y un poco de agua de azúcar para
normalizarse y analizar la reciente rendición de Cuentas.
MORALEJA:
NUNCA HAGAS NEGOCIO CON
QUIEN NO CONOCES.
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